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70 años trabajando por los nuestros

Historia

Por los pasados setenta años, hemos ayudado a miles de niños y niñas en en desventaja social y económia. Fundado en el año 1950 como el Hogar del Niño, a lo largo de treinta y dos años impactamos a miles de chicos que deambulaban en la ciudad de San Juan, brindándoles un albergue seguro, alimentación y vestimenta. Nuestra labor ha estado desde entonces orientada a buscar siempre el mayor bienestar de los menores. Nuestra primera sede fue en la calle Arzuaga en Río Piedras y en el 1958 recibimos en donación un amplio solar en Cupey Alto donde está ubicada nuestra actual sede.

A partir de 1983, el Hogar pasó a ser manejado por la Congregación de las Hermanas de Amistad Misionera en Cristo Obrero (AMICO), atendiendo niñas, por lo que posteriormente se cambió el nombre a Hogar de Niñas de Cupey.  Brindamos servicios de hogar a niñas víctimas de maltrato u abandono por parte de sus familiares y encargados, ofreciendo servicios especializados y de apoyo en las áreas de salud física, mental y espiritual, para contribuir así a la sanación y el bienestar de las chicas.

En el verano de 2021 y en respuesta a los cambios que se requerían de las instituciones que albergan menores para cumplir con la Ley Federal “Family First” de 2018, identificamos un nuevo norte y ampliamos nuestros servicios con un programa educativo dirigido a niños en desventaja de la comunidad e integrando a la familia.

¿Por qué los nuevos servicios?

Numerosos eventos han impactado la vida de las familias puertorriqueñas a lo largo de los últimos cinco años. Huracanes, terremotos y la pandemia del COVID 19, han dejado un saldo de precariedad en los sectores más desventajados y han colocado a nuestros niños en posiciones de mayor vulnerabilidad. La experiencia de la educación a distancia a causa del confinamiento pandémico ha colocado a miles de niños en situaciones de rezago académico que van a dificultar su desempeño en los meses por venir.

Ante los nuevos retos que ha sufrido nuestro país y como ha afectado negativamente a la niñez, hemos  querido responder dando una nota positiva estableciendo un programa de servicios complementarios para la niñez y apoyo a las familias, con el fin de prevenir el fracaso escolar y los riesgos que este puede traer a la vida futura de los niños. En agosto de 2021, abrimos nuestras puertas a niños y niñas ofreciendo los nuevos servicios.

Las niñas residentes en el Hogar se benefician igualmente de nuestros servicios educativos

¿Para qué existimos?

Misión

Proveer servicios integrales de excelencia a niños y jóvenes en desventaja social y económica, buscando el mejor interés y bienestar de los menores fundamentados en valores cristianos.

Visión

Contribuir a la formación de niños capaces de transformar sus vidas e impactar positivamente su entorno familiar.

Nuestros compromisos

  • Promoción de la responsabilidad
  • Centralidad de las familias
  • Prevención del maltrato
  • Educación centrada en valores
  • Los niños como agentes de transformación de sus familias
  • Que cada niño tenga un lugar y sea parte de la sociedad, desde el reconocimiento y valoración de su diferencia
  • Ser un oasis en la vida de los niños para que tengan otros referentes para su vida adulta
  • Compromiso con la gratitud, la honestidad, la prudencia, la humildad, el respeto, el optimismo, la sensibilidad, la empatía, la solidaridad y la superación.

Nuestras fortalezas

  • Apertura del carisma congregacional a los signos de los tiempos
  • Infraestructura del Hogar
  • Planta física del Hogar
  • Compromiso de la junta de directores y la congregación con la continuidad organizacional
  • Compromiso con poblaciones en necesidad, particularmente la niñez
  • Experiencia educativa
  • Peritaje en el diseño programático
  • Recursos Humanos
  • Alianzas para servicios terapéuticos
  • Confianza de la comunidad